Marmóreo

primero vino el miedo, el miedo de una habitación con la luz apagada, el miedo a lo desconocido.

después, el dolor, el dolor de querer volver a los brazos de tu madre y pedirle que pare.

finalmente, la sensación de vértigo, como si el mundo girase de espaldas y pudieras tocar el cielo.

y ahora estás tú,
frío

viviendo cada latido

(el tiempo no pasa de largo, pasa por nosotros, será mala persona...)


-mamá, tengo que hacer esto ahora, ¿no ves que mañana seré demasiado mayor?

menos bloggear y más estudiar

-estaba pensando en actualizar el blog con la frase del día de mi madre: "la sexualidad es mucho más bonita compartida". frase que ha soltado mientras nos daba una charla sexual a mi hermana y a mí.

-no jodas, que guay. la última charla sexual que tuve yo con mi madre fue algo así:
-nene, ¿desde cuándo no limpias tu habitación?
-desde hace una semana, es que estoy saturado de exámenes...
-¡ofú! entonces sí que ha tenido que entrar polvo en tu cuarto...
-no, mamá, ese es el problema, que polvos en mi cuarto no entran...



(Hey Oh)